Gary Plauché: El Padre Vengador que mato a quien abuso de su hijo frente a Cámaras de TV mientras transmitían en Vivo

    

La historia de Gary Plauché es un relato escalofriante de venganza y justicia paternal que conmocionó a la nación estadounidense. Nacido el 10 de noviembre de 1945, Plauché se convirtió en un símbolo para muchos al tomar una drástica decisión tras enterarse del terrible abuso que sufrió su hijo. En un acto audaz y transmitido en vivo, Plauché puso fin a la vida de Jeff Doucet, el hombre que había abusado de su hijo.

El Abusador: Jeff Doucet y su Oscuro Secreto

La información disponible sobre Jeff Doucet es limitada, pero los indicios apuntan a una infancia marcada por la dificultad. Nacido alrededor de 1959 en Texas, creció en un entorno de pobreza junto a seis hermanos. Más tarde, Doucet afirmaría haber sido víctima de abuso durante su niñez.

Alrededor de los 20 años, Doucet comenzó a mostrar un interés particular por los niños. Se dedicó a trabajar con ellos como profesor de karate en Louisiana, ganándose la confianza de los padres. Sin embargo, esta fachada ocultaba una oscura obsesión.

Doucet centró su atención en Joash, el hijo de 10 años de Gary Plauché. Bajo la excusa de estiramientos durante las clases de karate, Doucet aprovechaba para tocar inapropiadamente al niño. Los tocamientos se volvieron más frecuentes y descarados, incluso llegando a ocurrir en el coche, donde Doucet ponía su mano en la pierna de Joash con la excusa de no haberse dado cuenta.

Gary y Jody Plauche en la actualidad (Facebook Jody Plauche'/)

El Plan Macabro y el Rescate

En 1984, la obsesión de Doucet por Joash escaló hasta límites inimaginables. Aprovechándose de la vulnerabilidad del niño de 11 años, su profesor de karate lo llevó desde Louisiana hasta un hotel en California, al otro extremo del país. Allí, Doucet abusó del pequeño hasta que un día, Joash logró comunicarse con su madre y ser rescatado un mes después de su desaparición.

Gary Plauché, que en ese momento tenía 38 años y vivía separado de su esposa June en Rush, Louisiana, recibió los devastadores informes del abuso sufrido por su hijo. En una entrevista posterior, Plauché declaró sentirse impotente al escuchar los detalles y recurrió al alcohol para mitigar su dolor.

 

 El Ajuste de Cuentas en Vivo

El 16 de marzo de 1984, Jeff Doucet fue trasladado en avión a Louisiana para enfrentar la justicia. Al llegar al Aeropuerto Metropolitano de Baton Rouge (también conocido como Ryan Field) alrededor de las 9:30 p.m., Doucet, esposado y escoltado por agentes de policía, fue recibido por una escena inusual. Un equipo de noticias se había instalado para registrar su llegada.

Entre la multitud, esperando en un banco de teléfonos públicos mientras hablaba con un amigo, se encontraba Gary Plauché. Vestido con una gorra de béisbol y gafas de sol para pasar desapercibido, Plauché tenía información precisa sobre el momento exacto en que llegaría Doucet.

Cuando los policías pasaron junto al equipo de noticias, se cruzaron con Plauché. En un instante, Plauché sacó un arma y disparó una única bala a quemarropa, desde menos de un metro de distancia, directamente al lado derecho de la cabeza de Doucet.

Doucet cayó inmediatamente al suelo, víctima de una herida fatal cerca de la oreja derecha. Plauché soltó el auricular del teléfono antes de ser reducido y desarmado por los oficiales. Mientras atendían a Doucet, un asistente del alguacil, atónito por el dramático suceso, le preguntó a Gary "¿Por qué?". La respuesta de Plauché, devastado y entre lágrimas, fue contundente: "Porque se lo hizo a mi hijo. Tú también lo harías".


Un Héroe para Muchos

Gary Plauché pasó pocos días en la cárcel. La opinión pública se volcó a su favor, considerándolo un héroe y un justiciero. Finalmente, se le concedió la libertad condicional a través de una sentencia suspendida por homicidio involuntario, además de serle ordenado realizar servicio comunitario.

Era difícil imaginar un desenlace diferente dada la abrumadora simpatía que generó su caso en la sociedad estadounidense. Gary Plauché se convirtió en un símbolo del padre que luchó para restaurar la dignidad de su hijo.

Plauché sufrió un derrame cerebral en 2011 y falleció en 2014 en un hogar de ancianos, un mes antes de cumplir 69 años, tras sufrir otro derrame.

 


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